lunes, 12 de junio de 2017

MATAR A PRIM


PÉREZ ABELLÁN, Francisco: Matar a Prim.
Barcelona, Booket, 2015.

Matar a Prim es una investigación sobre uno de los mayores misterios criminales de la historia de España: el asesinato de Juan Prim y Prats, presidente del gobierno español y líder de la Revolución Gloriosa de septiembre de 1868. Prim, general, político y héroe de guerra, fue abatido a trabucazos el 27 de diciembre de 1870 en la calle del Turco de Madrid, hoy Marqués de Cubas, en el trayecto que le llevaba en una berlina desde el Congreso de los Diputados a su residencia oficial del Palacio de Buenavista. Los autores intelectuales nunca fueron inculpados, y los materiales vivieron un proceso lleno de irregularidades e injerencias por parte de las más altas instancias políticas y económicas.


Este suceso, uno de los cinco magnicidios de la historia contemporánea española, está rodeado desde su origen de un gran misterio, debido a las sospechas, casi certezas, de que los responsables últimos, los que dieron la orden a los sicarios, pertenecían a las más altas instancias del Estado, concretamente el Regente Serrano y el aspirante al trono Antonio de Orleans, Duque de Montpensier.

Este asesinato que, salvando las distancias, tiene numerosos paralelismos con el de Kennedy en Estados Unidos, ocurrido casi cien años después, saltó de nuevo a la actualidad en 2013 a raíz de la exhumación y posterior autopsia con métodos y técnicas modernas, del cadáver modificado del general Prim. El autor, Francisco Pérez Abellán, periodista y criminólogo de gran presitigio, ha dirigido una comisión universitaria encargada de llevar a cabo dicha autopsia. Las conclusiones de la misma han sido, además de corroborar varios hechos y descartar otros que hasta ahora se tenían como verídicos, que el general Prim salió muy malparado del atentado, y que aunque pudo sobrevivir un tiempo, con seguridad no podría andar por sí mismo y seguramente estaba inconsciente. Tradicionalmente se ha aceptado, basándose en fuentes sin contrastar, que Prim mantuvo diversas y largas conversaciones durante tres días después del atentado, otorgando en el intervalo todo el poder a Serrano, y encargando a Topete recoger a Amadeo, futuro rey (éste había sido elegido casi exclusivamente por Prim, y apenas tenía más seguidores, habiéndose señalado personalmente en contra de esta decisión, el almirante Topete).
Aunque el juez no pudo interrogarlo debido a su estado de salud, y a los médicos se les impidió también en varias ocasiones ver al herido por, asómbrense, ¡también a su mal estado de salud!; además de esto, el hecho más sorprendente comprobado en la autopsia, es que hay señales de que le estrangularon a lazo en su lecho de muerte, ya agonizante.

Otro aspecto que trató la Comisión Prim fue el estudio jurídico del sumario, muy esquilmado, maltratado, mutilado y alterado después de 140 años. El proceso que siguió al asesinato pasó por varios momentos políticos de la historia de España, cerrándose al inicio de la Restauración al casarse Alfonso XII con María de las Mercedes, a la sazón hija de Montpensier.  Este hecho, la investigación en una fuente histórica primaria oculta pero a la que han acudido diversos sujetos, tanto para averiguar la verdad como para ocultarla, me parece lo más meritorio del libro. En el estudio del sumario descubrimos intrigas, venganzas, pagos a ladrones y asesinos, asesinatos de los autores materiales, ocultamientos y rocambolescas historias de masones, pérdida de pruebas novelescas, como una contraseña triangular en cartón que usaban los asesinos, etc.

Varios escritores, periodistas y políticos, Pérez Galdós entre ellos, investigaron el caso en diversas épocas, y las conclusiones de todo lo relacionado con el mismo son que los intereses políticos han intentado siempre, con bastante fortuna por cierto, inmiscuirse en los asuntos judiciales, presionando, coartando, animando o desalentando tal o cual investigación. Y lo peor es que a veces, como en este caso, la víctima era precisamente la persona más poderosa en ese momento en España. Y más grave todavía, diversas épocas históricas (más bien los gobernantes de diversos momentos) han estado tentados de utilizar, alterar y manipular la historia –al menos sus fuentes directas, como un proceso judicial- en su propio beneficio.

En definitiva, sería una buena lectura para los alumnos de Historia de España de 2º de Bachillerato por varias razones: profundizarían en el conocimiento de varios momentos muy interesantes de la historia, que forman parte del temario que deben estudiar; conocerían la importancia de las fuentes primarias y de su preservación como herramienta insustituible del conocimiento científico histórico; verán que las técnicas y avances modernos pueden arrojar nuevos datos sobre el pasado; y sobre todo verán como la realidad puede ser mucho más enrevesada, inverosímil, intrincada e interesante que la ficción.



Hay varias novelas que relatan este hecho, así como alguna serie televisiva e incluso el asesinato forma parte de diversas películas, pero a mi modo de ver, falta una gran producción que haga justicia a todas las aristas y misterios que rodean este hecho. Tras visualizar la extensísima J.F.K., de Oliver Stone, uno siente escalofríos al constatar las semejanzas de los casos y la impunidad de algunos para cambiar el sentido de la Historia.

Portada y contraportada del libro


En el Museo del Ejército, situado en el Alcázar de Toledo, 
posando con el libro delante de la auténtica berlina 
en la que fue acribillado Prim.
En este libro se exponen, entre otras, las conclusiones 
del análisis forense de esta Berlina, donde aún son visibles 
los orificios de los disparos y donde sigue la abundante 
sangre que derramó Juan Prim.
En este museo se guarda además el uniforme que 
portaba el general el fatídico día y otras fuentes 
históricas del atentado.

En el mismo museo se expone también el coche en 
el que fue asesinado otro presidente del gobierno, 
Eduardo Dato.

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